sábado, 13 de septiembre de 2008


OPINION

LA HISTORIA DE DISCO 53 Por Martín Sanabria

Y DE LA FALTA DE COMPROMISO DEL SECRETARIO GENERAL

En el mes de agosto del año 2005, se empezó a correr el rumor que la empresa Disco S.A. atravesaba un período de crisis económica que sólo se solucionaría mediante la venta a Cenco Sud S.A. En el caso de nuestra sucursal, la cuestión se complicaba debido al cierre del local que contaba con 64 trabajadores. Por ello, y siempre por versiones no oficiales, en dicha operación se habilitaría un retiro voluntario para algunos trabajadores.

La preocupación fue acentuándose, debido a que contrastando con la información proveniente de los Delegados de otras sucursales, a quienes los respectivos Secretarios Generales habían puesto al tanto, en nuestro caso nada se decía y nuestro Secretario General afirmaba que “¿Quién te dijo eso?”, “Es imposible que pase lo que te dicen”, o ”De donde sacaste eso?

Ante ello, sabiendo que existía una lista de compañeros a despedir realizada a espaldas de los mismos y entendiendo que como sindicato no teníamos que estar ausente de esta situación, mediante asambleas en la empresa los trabajadores resolvimos ponernos de pie, lo que motivó que se nos informara que los despidos eran inminentes y que la lista ya estaba hecha.

Lo notable, era que de la lista de despedidos informada por la empresa, un porcentaje importante de los mismos eran compañeros de activa participación gremial, lo que nos movió a presionar a la empresa, hasta que a través de Adrián Oneto, jefe de Recursos Humanos en ese momento, se nos dijera que “esto ya no se puede frenar”, “que estaba todo consensuado con el gremio” y que “la lista había sido arreglada con el abogado del Sindicato”, que no era otro que el hijo de Monteiro.

Ante semejante situación no nos quedaban muchas alternativas para proteger a nuestros compañeros. Una de ellas era la de proponer a la empresa un remplazo, por lo que ofrecimos el despido de los Delegados, a cambio de proteger la fuente de trabajo de mucha gente que creía en el Sindicato y creía que defendía sus intereses. La respuesta de la empresa no se hizo esperar, diciéndonos que desprenderse de los Delegados era lo que querían y que para garantizar la estabilidad de los compañeros, debíamos renunciar a los fueros gremiales, cosa que paradójicamente y como si fuera un homenaje hicimos el 17 de octubre del 2005.

Previo a lo mencionado, realizamos un documento donde la empresa se comprometía por escrito, a que por un lapso por lo menos de 2 años, no se despida a ningún compañero y se garanticen las condiciones para que no existiera ningún trabajador expuesto a persecución de ningún tipo, documento que también fue suscripto ante escribano público. Todo , realizado con la ausencia absoluta del Sindicato.

Esa fue la realidad del cierre de la sucursal de Disco 53, y no es que el Sindicato no hizo nada. En realidad hizo mucho, tomo partido, y no precisamente para defender a los trabajadores. Los compañeros no lo olvidan y en Disco todavía lo están esperando.

Martín Sanabria: Delegado de los trabajadores de la empresa Disco S.A. y miembro de la Comisión Directiva del gremio al momento del cierre.