La verdad es que no deja de sorprenderme que Monteiro ahora se junte con los camioneros. Sobre todo teniendo en cuenta que después del pase de muchas empresas, la pérdida de gran cantidad de afiliados, y después de todo lo que dijo en ese momento, parecía estar realmente muy furioso.
Tal vez esto mismo haya sido el motivo del acuerdo, ya que salvo la integridad que mostraron algunos compañeros de la Comisión Directiva, no se vio en el secretario general que tuviera mucha preocupación en luchar por los trabajadores que en definitiva tuvieron que pasar a camioneros.
Recordemos que ante el conflicto, Monteiro no tuvo otro gesto que ceder los afiliados sin dar ningún tipo de respuesta de sus hechos, mas allá de justificarse administrativamente mientras miraba hacia otro lado en el más vergonzoso silencio.
Yo respeto a un gremio hermano y su lucha, pero ahí había que poner los atributos, si es que se los tiene y no arrugar nuestras banderas y los más altos principios que dice enarbolar. No fue esta precisamente la actitud de la fórmula Monteiro-Monteiro, sino la de salir disparando hacia otras alternativas que en nada honran al Movimiento Obrero.
Seguramente habrá que ver si todo este accionar esta avalado por nuestros dirigentes del gremio, ya que su actitud fue duramente cuestionada por la Federación por su falta de compromiso para defender a sus afiliados. Al compañero Armando Cavalieri no le cayó nada bien que entregara a los compañeros.
Lamentablemente esa es la realidad de un gremio que teniendo todas las posibilidades de ser grande, representativo y amplio, hoy se transformó en algo sin contenido ni consenso en sus afiliados. Ya se torna impostergable un cambio de rumbo. Los Empleados de Comercio merecen un gremio no sólo que los represente, sino que los defienda con dignidad, con el único fin que no debe ser otro que el desarrollo del hombre en todas sus potencialidades. Los Empleados de Comercio también tienen derecho a un salario que le permita a el y a su familia, el acceso a la educación, alimentación y condiciones dignas de trabajo; jornadas de 8 horas, descanso dominical y el esparcimiento que permita el desarrollo integral que todo trabajador se merece. Resumiendo un poco Los Empleados de comercio de Almirante Brown, necesitan de un gremio que sienta como ellos y conozca de sus necesidades.
Tal vez esto mismo haya sido el motivo del acuerdo, ya que salvo la integridad que mostraron algunos compañeros de la Comisión Directiva, no se vio en el secretario general que tuviera mucha preocupación en luchar por los trabajadores que en definitiva tuvieron que pasar a camioneros.
Recordemos que ante el conflicto, Monteiro no tuvo otro gesto que ceder los afiliados sin dar ningún tipo de respuesta de sus hechos, mas allá de justificarse administrativamente mientras miraba hacia otro lado en el más vergonzoso silencio.
Yo respeto a un gremio hermano y su lucha, pero ahí había que poner los atributos, si es que se los tiene y no arrugar nuestras banderas y los más altos principios que dice enarbolar. No fue esta precisamente la actitud de la fórmula Monteiro-Monteiro, sino la de salir disparando hacia otras alternativas que en nada honran al Movimiento Obrero.
Seguramente habrá que ver si todo este accionar esta avalado por nuestros dirigentes del gremio, ya que su actitud fue duramente cuestionada por la Federación por su falta de compromiso para defender a sus afiliados. Al compañero Armando Cavalieri no le cayó nada bien que entregara a los compañeros.
Lamentablemente esa es la realidad de un gremio que teniendo todas las posibilidades de ser grande, representativo y amplio, hoy se transformó en algo sin contenido ni consenso en sus afiliados. Ya se torna impostergable un cambio de rumbo. Los Empleados de Comercio merecen un gremio no sólo que los represente, sino que los defienda con dignidad, con el único fin que no debe ser otro que el desarrollo del hombre en todas sus potencialidades. Los Empleados de Comercio también tienen derecho a un salario que le permita a el y a su familia, el acceso a la educación, alimentación y condiciones dignas de trabajo; jornadas de 8 horas, descanso dominical y el esparcimiento que permita el desarrollo integral que todo trabajador se merece. Resumiendo un poco Los Empleados de comercio de Almirante Brown, necesitan de un gremio que sienta como ellos y conozca de sus necesidades.
