miércoles, 25 de junio de 2008

OMAR ESTRADA - EMPLEADOS DE COMERCIO


"La gente no cree en Monteiro"
El dirigente mercantil vuelve a cuestionar la conducción del gremio. Dijo que la situación económica "es la peor de la historia del sindicato" y pidió participación para recuperar la credibilidad.
La maratón del 1º de mayo, organizada por el Sindicato de Empleados de Comercio de Almirante Brown, desató una fuerte polémica dentro del gremio, en especial por la publicidad en las camisetas de la cadena de supermercados Carrefour (ver foto). Por esto, el dirigente Omar Estrada cuestionó al secretario general Luis Monteiro, en una carta publicada en la edición anterior de Política del Sur. En esta entrevista, profundiza su visión crítica con respecto al gremio.La semana pasada tuvo duros términos con el secretario general del gremio, Luis Monteiro, en una carta de opinión con respecto al acuerdo con camioneros.
¿Cuál es la raíz de esa discrepancia que marca en esas líneas?-
En primer lugar, debemos aclarar que desde ya hace mucho tiempo, se viene acentuando una situación que venimos criticando mucho. Yo era subsecretario general del gremio y por opinar diferente, fui practicamente separado. Critiqué el endeudamiento del gremio, algunas actitudes que nada tienen que ver con los derechos de los trabajadores, tenemos un complejo habitacional que no se termina nunca. Todo esto fue desencadenando en una situación de ruptura. Eso agregado a que su hijo creció dentro de la estructura hasta pretender ser el heredero del gremio, todo se fue sumando para llegar a este momento. Los cuestionamientos a Monteiro no son meramente formales. Acá hay una cuestión de fondo, mucho más profunda.
Sabemos que usted cuestionó la maratón del 1º de mayo, en la que hubo unas remeras que no cayeron para nada bien.-
Yo le cuestioné que hiciera un evento del sindicato con el auspicio de Carrefour, una multinacional que sponsorea al secretario general del gremio. Lo que se advierte en el gremio es una falta de conducción total, una falta de respuesta a las necesidades de los empleados de comercio. Él hace más de 40 años que está en el gremio, y me parece que cree que funciona con piloto automático, cuando en realidad hay compañeros y compañeras que ponen mucho esfuerzo para que esto siga en pie.
¿Cuál es la situación concreta del sindicato hoy?-
Yo la dividiría en dos. Por un lado están las cuestiones administrativas y económicas, donde el gremio se encuentra en la peor situación de su historia, casi no se brindan servicios propios, nuestro edificio es una estructura vieja con el único agregado de una fachada de vidrio, seguramente imitando a una institución hermana. Siempre llegamos a diciembre a las corridas con los balances, casi sin revisarlos, cuando el ejercicio cierra en agosto, y hay que estudiarlo mucho. Los apurones, intencionales o no, hacen que no se analicen, no se publiquen y que no se informe de los gastos como corresponde. Los Revisores de Cuentas los firman y listo. En los gastos hay una responsabilidad directa del secretario general y el tesorero. No es fácil de entender para el afiliado que el patrimonio del gremio esté hipotecado. Se está manteniendo el complejo habitacional, que desde 1988 se está haciendo y no se termina más. Y por otro lado, en lo político, el sindicato parece una isla, peleado con todos los sectores de la sociedad, producto de permanentes idas y venidas y de compromisos no cumplidos.
¿Puede haber algún tipo de intervención de la conducción nacional del gremio? Usted dijo que a Armando Cavalieri no le cayó para nada bien esta situación y el acuerdo con Camioneros.-
No está contemplada una intervención. Acá se resuelve con el voto y la participación de los Empleados de Comercio de Almirante Brown. Una cosa es el pensamiento que tiene Armando Cavalieri, que no esta de acuerdo con un arreglo como el de Monteiro y Camioneros, además de otras cosas graves que no se pueden dejar pasar, pero el que define todo es el Empleado de Comercio de Almirante Brown, Presidente Perón y San Vicente. Dicho sea de paso, no hace falta mucho explicar cómo estamos. Por ejemplo, cuando cerró la sucursal de Disco de Adrogué (NdR: se trata del local que funcionaba dentro del Boulevard Shopping), las 65 familias involucradas se preguntaron dónde estaba Monteiro y qué hizo cuando cerró el local. Ellos saben bien lo que hizo y su falta de compromiso con la gente. O cuál es su compromiso con la erradicación del trabajo en negro. Ninguno. O no sabe que las cajeras, salvos excepciones, trabajan paradas jornadas largas hasta la noche, o que muchos compañeros tienen que negociar en las grandes cadenas sus francos para no ser despedidos. Lo que hay que hacer es otra cosa, algo que renueve el compromiso del sindicato con la gente, no sólo administrar el aporte. Hay que estar en las reivindicaciones de los compañeros, como el salario, el descanso. El sindicato se tiene que abrir a todos los trabajadores y sus necesidades, hoy no tenemos prácticamente servicios.
Con su experiencia, ¿cómo puede darse vuelta esta situación?
Con la participación y el compromiso se va a rescatar el gremio. Yo camino mucho el distrito, recorro las empresas, lo que hay recuperar es la credibilidad del gremio, la gente no cree en Monteiro. Hoy hay compañeros de la comisión directiva que hacen lo imposible para recuperar esa credibilidad, pero la mochila de la historia de Monteiro es muy grande y pesada y les cuesta mucho.